Empresas de tecnología ya se refieren hoy al coche como un dispositivo móvil: “el dispositivo móvil definitivo”. La industria de la movilidad mira hacia la automoción y al igual que hoy no se concibe conducir sin aire acondicionado, sin cinturón o sin poder escuchar música, pronto nadie imaginará un automóvil sin conexión con el sistema domótico del hogar o sin posibilidades de comunicarse con la policía y los equipos de rescate ante un accidente, porque el coche será un móvil con ruedas.
El objetivo de los objetos inteligentes o Internet de las Cosas es que todo lo que usamos en nuestro día a día esté conectado. En cinco años, más de 50.000 millones de dispositivos estarán conectados pero todo lo que se conecta a internet es susceptible de ser hackeado, incluido un coche.