Los daños por una brecha de seguridad pueden ser desastrosos, pero la peor consecuencia es la imagen proyectada hacia los clientes. El 48% de las empresas españolas señala la pérdida de reputación como el efecto más grave de un ciberataque. La pérdida de confianza de los clientes puede suponer la pérdida de beneficios, y en el peor de los casos, la bancarrota.
Kaspersky Lab ha señalado en un reciente informe que una compañía afectada por un incidente de seguridad (en el que se produjo una fuga de datos) ha sufrido daños en su reputación cada segundo. La media global de pérdidas por este tipo de incidentes asciendo a 7.500 euros en pymes y 185.000 euros en grandes empresas.