La manipulación física de los tanques de combustible es bastante peligrosa, teniendo en cuenta sobre todo su volatilidad. La alteración de un indicador de combustible puede causar que un tanque se desborde y que una simple chispa pueda ponerlo todo en llamas. Pero persiste el riesgo que supone que un hacker haga todo esto de forma remota, sobre todo ahora que una serie de compañías petroleras en todo el mundo utilizan sistemas conectados a Internet para controlar sus tanques.
Gracias al uso de un honeypot personalizado, denominado GasPot, podemos hacernos la idea de cómo varios hackers explotan el sistema y qué objetivos prefieren. Los GasPots en Estados Unidos, por ejemplo, han sido muy populares para los atacantes. Este resultado está en línea con las expectativas de Trend Micro establecidas al comienzo de la investigación. Algunas evidencias sugieren vínculos tanto con Iranian Dark Coders Team (IDC) como con Syrian Electronic Army.