Imperva ha publicado un informe que demuestra como ciberataques dirigidos a usuarios individuales pueden afectar a las redes corporativas. Para ello analizó el comportamiento de un troyano bancario a través de 14 servidores de comando y control diferentes que comprometían más de 10.000 registros de cerca de 5.000 direcciones IP.
Según el informe, la mayoría de las infecciones detectadas se produjeron durante «horas de oficina», lo que lleva a la conclusión de que los ordenadores infectados se utilizaban en empresas. Además, al menos el 17% de las máquinas infectadas estaban directamente unidas a las redes empresariales, lo que muestra la facilidad con la que los ciberataques dirigidos a consumidores pueden poner a las empresas en situación de riesgo.