Kaspersky Lab ha publicado su informe de malware correspondiente al tercer trimestre del año, en el que la vulnerabilidad Bash/Shellshock ha copado los titulares, junto con el descubrimiento de Crouching Yeti y Epic Turla, dos campañas de ciberespionaje que alcanzaron a más de 2.800 objetivos de alto nivel de al menos diez industrias en más de 45 países. La buena noticia ha sido la interrupción de la infraestructura que estaba detrás del troyano Shylock, a la que Kaspersky Lab contribuyó en alianza con la Agencia Nacional del Crimen británica y organizaciones de la industria.
Según el informe, las soluciones de Kaspersky bloquearon más de 1.000 millones de ciberataques en ordenadores y dispositivos móviles de usuarios, un 33,1% más que en el trimestre anterior. Para los ataques que no tienen objetivos masivos, su distribución geográfica se está convirtiendo en algo global. Prueba de ello es que detectaron ataques en 205 países sólo a través de malware móvil. También se registraron alrededor de 110 millones de URL únicas que desencadenaron detecciones del antivirus, un 31% más que en el segundo trimestre.