Mientras un 21% de las compañías de nuestro país ha sido víctima de ataques distribuidos de denegación de servicio que se prolongaron durante al menos dos días, según datos de Kaspersky Lab, un 37% padeció este mismo problema a menor escala, limitado a horas.
A veces los ciberdelincuentes no necesitan robar dinero directamente para causar pérdidas a sus víctimas. Los conocidos como ataques DDoS también provocan estragos.
Las siglas DDoS corresponden a los ataques distribuidos de denegación de servicio y suponen la inhabilitación de páginas y servicios online por un aumento realmente significativo de las peticiones a este tipo de recursos. Como consecuencia, el hecho de que los usuarios no puedan acceder a dichas páginas y servicios durante un margen prolongado de tiempo deriva en pérdidas financieras para el negocio que los opera.