La contaminación de los equipos se hace a través de anuncios de publicidad RTB y es muy difícil de detectar.
Los hackers han encontrado una nueva forma para infectar equipos. Se trata del empleo en anuncios personalizados de RIG 3.0, un servicio que permite instalar un troyano en un ordenador. Esta es la tercera (y mejorada) versión del exploit kit o herramientas de hackeo RIG.
Esta modalidad se aprovecha de las plataformas RTB, que permiten usar los datos de los usuarios para personalizar los anuncios. Los atacantes hacen acopio de estas publicidades para instalar en ellas el código RIG 3.0, que determina cuando un equipo es vulnerable y entonces les instala el virus. El problema se agrava porque muchas de estas plataformas de anuncios no tienen la tecnología adecuada para distinguir entre anunciantes o hackers, de tal modo que estos últimos pueden hacerse pasar fácilmente por clientes interesados en comprar publicidad.