Aunque todavía queda mucho año por delante, los expertos en ciberseguridad están de acuerdo en que 2016 es el año del ransomware. El malware que encripta los archivos, secuestra el ordenador y solicita a la víctima el pago de un rescate está a la orden del día y se ha convertido en una de las amenazas que más han crecido en los últimos meses.
Y no sólo eso: además, se trata del tipo de virus más problemático para los usuarios, ya que en la mayor parte de ocasiones es imposible descifrar los ficheros, y el pago de la cuantía exigida por el ciberdelincuente no garantiza que nos vaya a devolver los contenidos de nuestro ordenador.
De acuerdo con el informe IT Threat Evolution in Q1 2016 elaborado por los expertos en seguridad de Kaspersky Lab, entre enero y marzo han sido detectadas 2.900 nuevas modificaciones de ransomware, una cifra que supone un incremento del 14% respecto al último trimestre de 2015.