Cuando uno se acerca a un congreso de seguridad informática como el RootedCON que estos días se desarrolla en Madrid y le han dicho que más de 1.000 hackers se darán cita hasta el próximo sábado, que nadie espere cuando te presentas que tu interlocutor lo haga como hacker.
Nadie de los que acuden a esta edición, de los que hemos visto, no lleva un loro en el hombro y un parche en el ojo. Se trata de expertos en seguridad informática cuya función principal es, precisamente, que los que reciben el calificativo de piratas no puedan hacer de las suyas.