Un 55% de las empresas reconoce no saber dónde se almacena o localizan los datos de los pagos, según un estudio elaborado por Gemalto.
Ya no sólo utilizamos las tarjetas bancarias para pagar, mucho menos el dinero en efectivo. Los pagos a través de dispositivos móviles y otras formas de pagos se duplicarán en los próximos dos años y según un estudio elaborado por Ponemon Institute a petición de Gemalto, las empresas tienen un gran trabajo por delante para mejorar la seguridad de los datos de pagos.
El estudio recoge que más de la mitad de los encuestados, concretamente un 54%, dicen que sus compañías tuvieron una brecha de seguridad que afectó a los datos de pagos. Y lo que es peor, la brecha se produjo una media de cuatro veces en los últimos dos años.