Las respuestas fáciles no son seguras y las respuestas difíciles no son utilizables, por lo que lo mejor es utilizar métodos como el código de seguridad.
Cualquier usuario medianamente veterano de servicios de webmail reconocerá sin dificultad preguntas del tipo: “¿Cuál era el nombre de su primera mascota?” o “¿Cuál es el apellido de soltera de tu madre?”. Las preguntas de seguridad son un medio para garantizar que sólo nosotros accedemos a nuestras cuentas, pero su seguridad y eficacia dejan muhco que desear según un estudio de Google.