El director de la NSA dice que el ataque evolucionó a un nivel que no había detectado antes.
Hace unas semanas, a principios de agosto, se desvelaba que el Departamento de Defensa había sido objeto de un ciberataque, que se sospechaba orquestado por hackers rusos. En concreto, se había conseguido acceder a un servicio de correo electrónico no clasificado mediante, se identificaba entonces, spear phishing, esto es, el envío de emails desde usuarios no sospechosos con enlaces maliciosos. Este servicio era empleado por unos 4.000 trabajadores de la Junta de Jefes de Estado Mayor.
Ahora, el Director de la Agencia de Seguridad Nacional, la NSA, ha hablado sobre la brecha de seguridad. Según explica Michael Rogers y recoge el diario The Wall Street Journal, los hackers emplearon maniobras que él nunca había visto antes. El ataque fue rápidamente contenido, y se desarrollaron una inmediata gama de soluciones para que los oficiales pudieran enviar mails con seguridad. Así y todo, Rogers ha reconocido que el sofisticado diseño de la incursión le sorprendió.