Seguro que más de uno ha fantaseado con qué haría si fuera rico, incluso aunque se esté en una buena posición económica. Forma parte del ser humano el imaginar en qué se emplearía el dinero, sobre todo pensando en esos gastos que, al no ser necesarios, hacen que la vida parezca más lujosa. El gastar simplemente porque se puede. Pues los usuarios de Apple han tenido una oportunidad de oro para probar que eran los más ricos, gracias a una aplicación que, lamentablemente, ya no está disponible en su versión original: “I Am Rich”. Una app de mil dólares en la que, al acceder, lo único que se veía era un icono rojo, a modo de rubí, en la pantalla. Sin más.
La historia se cuenta en Priceonomics y se remonta al 2008, cuando acababa de aparecer la primera generación de iPhones. Un desarrollador, Armin Heinrich, pensaba qué app podría diseñar para participar en este nuevo mercado, mezclando sus dotes laborales con su sentido del humor y, por supuesto, esperando salir económicamente beneficiado del asunto. Perfiló la idea central, una que tantos han planteado antes: conseguir el máximo de beneficios por muy poco esfuerzo. Y en su caso, esto se concretó en una aplicación que no hiciese absolutamente nada (lo que le libraba de cualquier esfuerzo actualizativo) pero tuviese un precio altísimo. La app de los escandalosamente ricos.