Que haya grupos de ciberdelincuentes dispuestos a jugar malas pasadas a usuarios y empresas no significa que sea imposible protegerse y, mucho menos, que haya que ponérselo fácil.
Ésa es la teoría. Pero parece que esa meta de seguridad ideal de momento no se está consiguiendo, al menos si nos fijamos en un par de datos que aporta el último informe sobre ciberriesgo de HP Security Research.
En este estudio de HP se revela que más de dos quintas partes de las brechas, un 44% de ellas en concreto, se producen por vulnerabilidades antiguas. Y por antiguas nos referimos a aquellas que tienen como mínimo un par de años y que incluso pueden llegar a alcanzar los cuatro años de vigencia.