Un estudio, sugiere que durante el año pasado se robaron más de 1.000 millones de datos de más de 1.500 brechas de seguridad. La cifra impresiona, pero hay que tener en cuenta que podría ser mucho, mucho, mucho más alta. Y es que por el momento las empresas europeas no tienen que confesar que han sido víctimas de una brecha de seguridad, por lo que no que no habría datos de esta parte del mundo.
En todo caso, lo que sí que dice el estudio de Gemalto es que las brechas de seguridad crecieron un 49%, y la cantidad de datos robados un 78%, con respecto a los datos del año anterior.
Según este estudio el robo de identidades es lo que está detrás de las brechas, y no tanto una motivación financiera. Conseguir información personal, como detalles de tarjetas de crédito o números de la seguridad social, es el objetivo de un tercio de las brechas, asegura Gemalto.