Los datos que maneja Akamai Technologies señalan que Estados Unidos y China son los dos países que producen más ataques distribuidos de denegación de servicio.
Puede que un ataque distribuido de denegación de servicio (o DDoS, por sus siglas en inglés) no ponga en riesgo los datos de los internautas, pero sí que puede causar graves problemas a las empresas atacadas.
Unos problemas que son tanto financieros, por tener una página web inoperativa durante demasiado tiempo, como de imagen, por no resistir el envite.
Y, lejos de resolverse, el peligro de los ataques DDoS es cada vez mayor. Cada vez se emprenden más campañas de ciberdelincuencia de este tipo.
Según el último informe de seguridad de Akamai Technologies, correspondiente al último trimestre de 2014, en el Q4 se registró hasta un 57% más de ataques DDoS que en el mismo periodo de 2013.