En el informe de BT destaca que, mientras que el 22 por ciento de los dispositivos personales o de empresa tiene pleno acceso a las redes internas o contiene información delicada de los clientes, casi cuatro de cada diez empresas españolas no cuentan con ningún tipo de política de seguridad aplicable para móviles.
Esto puede convertirse en un problema, ya que asimilación de los dispositivos BYOD y COPE (Corporately Owned Personally-Enabled) es muy elevada, un 98 por ciento de las empresas españolas permite a sus empleados hacer uso de estos dispositivos por motivos de trabajo. Sin embargo, unicamente el 30 por ciento de las empresas tiene una política BYOD activa.
“En la actualidad, el mapa de amenazas cambia tan rápidamente que es importante que las empresas piensen en la seguridad desde el principio en vez de añadirla sobre la marcha como una idea tardía. Esto garantizará que los procesos de seguridad se desarrollen a la vez, y no después. Esto hace que la tarea de implementar la seguridad más simple”, ha explicado Mark Hughes, presidente de BT Security.